A ritmo de las canciones de Barricada que escucha Iturralde, Osasuna se acerca más a Europa y se aleja del descenso.
MARÍA VALLEJO
Veo todo en blanco y negro... Posiblemente, Eduardo Iturralde González, fan confeso de Barricada, escucharía esta canción antes del partido que arbitró ayer en el Rico Pérez. Así, en blanco y negro, sin color, sin vida, era el fútbol de Osasuna hace poco, hace nada. Pero José Luis Mendilibar ha hecho reaccionar a este equipo a toda velocidad, como un ciclón.
Sabía que el equipo se había metido en un Callejón sin salida para salir de él había que partirse la cara, jugar a pecho descubierto.
En un abrir y cerrarde ojos, el de Zaldibar ha conseguido que el equipo alcance un parcial impresionante de 13 puntos de 18 posibles, para colocar al equipo undécimo de la tabla. Con él, todo parece estar bajo control.
Antes, las visitas de Osasuna eran sinónimo de derrotas y tristeza, cada campo enemigo era un campo amargo.Ahora, el equipo ha conseguido tres victorias consecutivas por primera vez desde el 6 de febrero de 2010, y dos de ellas a domicilio. La afición de Osasuna se frota los ojos y le dice a sus jugadores y a su entrenador: deja que esto no acabe nunca.
Ya no hay ninguna oveja negraque impida a este equipo realizar un fútbol espléndido ni le atenace para conseguir victorias y goleadas. A la primera, 4-0 en casa, a la sexta, la mayor goleada fuera desde el 0-5 ante el Betis. Entonces, también estaba por allí un tal Kike Sola, un jugador que ha pasado de correr a ciegaspor equipos de segunda fila a ser la obsesiónde las defensas de Primera. Ayer, Pamarot estaba desesperado y no sabía cómo sujetarle. No sé qué hacer contigo,pensaba. El de Cascante tenía los brazos llenos de arañazos tras el brutal duelo con el armario del Hércules.
Y es que 4 goles fuera de casa son como para pellizcarse. No se marcaban desde el 2-4 del Calderón, el 5 de abril de 2009. Pero, ¿y un 0-4? ¿Desde cuándo no se repetía este resultado en Primera? Pues sí, hay remontarse al mítico 0-4 de la okupacióndel Bernabéu (30-12-90) para ver algo igual. Y de eso han pasado más de 20 años. Pero viendo jugar ayer a Osasuna, parece tan fácil... Porque en el Hércules, mientras jugaba y tocaba Osasuna, estaban todos mirando.
Con la victoria, el equipo rojillo ha dejado de estar contra la pared, y se instala en una cómoda undécima plaza. Es inevitable aunque peligroso decirlo: el equipo está acercándose a los puestos de la mitad alta de la tabla. Europa está a 7 puntos, ya que la séptima posición que da derecho a Europa League la ocupa el Sevilla, que tras ganar en Mestalla se pone con 42 (hay un puesto más al jugar final de Copa Barcelona y Real Madrid). El decimoctavo, el Málaga, tiene 29, por lo que está a 6. La visita del Atlético tras el parón liguero podría ser suculenta. Los colchoneros tienen 39 puntos. De ganar, Osasuna se pondría a solo un punto. Y había quien pensaba que Mendilibar había llegado demasiado tarde.
Osasuna ha dejado de estar en la silla eléctrica de la clasificación. No hay más que recordar cuando visitó Anoeta, cuando Osasuna caía derrotado y la Real miraba a Europa. Ahora, seis partidos después, los donostiarras están por debajo.
Pero en esta Liga no hay tregua.Quedan nueve partidazos por delante. Quizá Iturralde no vuelva a pitarlos, ese árbitro que ayer le dijo a Kike Sola, bromeando sobre su golazo: "Esa la meto hasta yo" ...............
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