"hace sólo unos años cuando salías a correr por La Mejana o por los alrededores de Tudela la gente te miraba extrañada. Pensaban, ¿dónde irá este colgado con el calor o con el frío que hace?". Este es uno de los muchos recuerdos que guarda el tudelano Agustín Salvatierra (51 años) de sus inicios en el mundo atlético tras aparcar el fútbol y fútbol sala, deportes que había practicado durante más de media vida. "Entonces éramos bichos raros para el resto", añade el triatleta del Arenas que reconoce que en los últimos cuatro años esta sensación ha ido cambiando poco a poco y "ahora a nadie le sorprende cruzarse con gente trotando por cualquier sitio y a cualquier hora del día".
De un tiempo a esta parte la pasión por correr ha llenado los caminos y carreteras de toda la geografía española de atletas populares y la Ribera, desde luego, no ha sido ajena a este fenómeno. "Los ciudadanos, independientemente de que sean jóvenes o adultos, se han tomado en serio las recomendaciones de hacer deporte. El ritmo de vida que llevamos está haciendo que la gente haya encontrado en salir a correr una forma de relajarse, de liberar las tensiones diarias", explica Salvatierra que, al igual que su paisano José Ángel Pérez-Nievas (49 años), cree firmemente que esta fiebre por correr que se ha despertado en la sociedad ribera responde a que esta práctica "es la base de cualquier deporte si exceptuamos los acuáticos". Además, destacan que para correr solo hacen falta "ganas" y "unas buenas zapatillas".
RÉCORD DE PARTICIPANTES
201 riberos en la Behobia
No obstante, para el tudelano Javier Val (43 años), otro experimentado corredor popular, el boom de esta práctica deportiva, a nivel popular, se debe principalmente a razones culturales. "Estamos viviendo ahora lo que otros países europeos han experimentado con anterioridad" y de ahí que al también triatleta del Arenas no le sorprenda ver que entre los 19.877 atletas (récord de participación) que tomaron la salida en la tradicional Behobia-San Sebastián hubiese 201 riberos que desafiaron al calor (tuvieron que soportar temperaturas superiores a los 22 grados) con el que les recibió el otoño guipuzcoano. Tudela, con 78 atletas, fue la localidad ribera que más aportó, pero también tuvieron representación: Ablitas (10), Arguedas (8), Barillas (1), Buñuel (2), Cadreita (6), Cascante (28), Castejón (2), Cintruénigo (11), Corella (26), Cortes (2), Fontellas (3), Fustiñana (10), Murchante (1), Ribaforada (2), Valtierra (7) y Villafranca (8)...[ + ]
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