MARTA HERNÁNDEZ
Osasuna redescubre a Kike Sola, jugador olvidado que Mendilibar ha rescatado y que lleva tres tantos
Kike Sola (Cascante, 25 de febrero de 1986) es un jugador de rachas. Casi sin término medio: en el ostracismo o en primera línea. Ahora está en lo alto. Desde que José Luis Mendilibar, técnico rojillo, decidió apostar por él y este empezara a marcar goles. Lleva tres esta temporada, los tres seguidos: Racing, Hércules y Atlético de Madrid, pero es que lleva nueve partidos jugados en Liga, cinco como titular. El pasado curso estuvo cedido en el Numancia y en el Levadiakos griego, ahora Osasuna redescubre a Kike Sola, el goleador que salió de Lezama.
"Era el típico delantero". "Un delantero centro a la antigua usanza". Las frases las entonan al unísono José María Amorrortu y Kike Liñero, excoordinador del Athletic y exentrenador de Kike Sola, respectivamente. Y es que el pasado del ariete de moda en Iruñea se sitúa en Lezama. "Jugaba en el Cascante, nos fijamos en él, le hicimos unas pruebas, nos gustó y le fichamos para el infantil B", descubre Amorrortu. El niño rubio de ojos azules resaltaba por su "poderío". "Era un portento físico. Tenía una fortaleza física impresionante, al estilo de Patxi Rípodas en su día. Era todo fuerza: en los brazos, en las piernas, en el tronco...", apunta Liñero, quien en aquella época, en 1998, ayudaba a Amorrortu en las labores de coordinación con las categorías más inferiores. Y es que Sola había sido campeón de España de natación. "Era un jugador decidido y valiente, con muy buenas condiciones y que prometía. Era muy valioso", destaca el ahora director de la cantera del Atlético de Madrid, quien le buscó una familia con la que vivir en Leioa y con la que a día de hoy sigue manteniendo contacto y un gran cariño.
El que fuera entrenador de Sola durante uno de sus años en juveniles, Kike Liñero, aclara que "no era un tronco, se movía bien". El carácter navarro, ese del que ayer hablaba Gurpegi, se palpaba ya en el pequeño Kike. "Tenía genio, como los navarros, y esa mala leche a veces le hacía irse de los partidos", admite el técnico de Sopelana.
Y Kike Sola fue escalando por los peldaños de las categorías inferiores del Athletic hasta que en su etapa juvenil zanjó su relación con el club rojiblanco. El propio jugador ha explicado después que una mala experiencia con el entonces preparador del Juvenil B, Jon Iturralde, le llevó a abandonar Lezama. Iturralde, que nunca ha dado su versión de los hechos, prefiere mantener hoy la misma tesitura.
Así las cosas, el punta navarro se puso a jugar en el Aluvión, de Tercera División, hasta que Cuco Ziganda, un año después, lo reclutó para Osasuna. Sola estuvo dos campañas en el filial rojillo y con el mismo Ziganda dio el salto al primer equipo. Se lució en su debut pero poco a poco fue desapareciendo ocupando las plazas de cuarto delantero. "Es irregular", opinan en Iruñea. En 2009...[ + ]
No hay comentarios:
Publicar un comentario