DIEGO CARASUSÁN
Antonio Ullate Sebastián ha conseguido convertir la pequeña empresa de piecería que abrió en su Murchante natal con 4 empleados en un grupo con cinco factorías que da empleo a un total de 360 personas.
Trabajo, entrega y constancia son los pilares que le inculcaron sus padres y sobre los que Antonio Ullate Sebastián (Murchante, 1962) ha edificado su trayectoria profesional. Ullate ha convertido la pequeña empresa de piecería que abrió en una bajera en Murchante con 4 trabajadores en un grupo con 360 empleados en Cascante, Burgos, Jaén, y Polonia.
La actividad del grupo se centra en la fabricación de piezas plásticas y metálicas para la automoción y la obra civil, y está inmerso en el desarrollo de tecnologías para coches eléctricos. Estos méritos han hecho que Ullate haya recibido el premio a la mejor trayectoria empresarial de la Asociación de Empresarios de la Ribera (AER).
¿Cuál es la clave de su éxito?
Los primeros espejos en los que cualquiera se mira son los padres. Mi padre regentaba un pequeño bar en Murchante. Toda su vida fue autónomo, y eso marca. En casa ves que no hay días festivos ni horarios. El autónomo no vive de la empresa, sino para la empresa.
Y ahora usted es jefe.
Quería ser jefe para que no me mandara nadie, y ahora que lo soy estoy a merced de los clientes. Fabricamos piezas de coches como la tapa exterior de la gasolina, parte de los espejos retrovisores o la caja de cambios. El éxito depende de las ventas de los coches donde van montadas estas piezas, y ahí es el cliente el que manda.
Dicen que el éxito está en la diversificación e internacionalización. Usted cumple los dos requisitos.
Hay que diversificar porque todos los sectores de la economía sufren pequeñas crisis. Si pones todos los huevos en la misma cesta y te caes, te quedarás sin nada.
¿Cómo fue la experiencia de instalar una planta en Polonia?
Toda una aventura. Recuerdo que en el viaje que hice a Katowice para buscar terreno coincidí en el avión con el ex jugador polaco de Osasuna Jan Urban. Estuvimos hablando y ahí quedó la cosa. Al cabo de dos años, cuando tenía todo montado en Polonia para empezar a funcionar, vinieron los problemas. La burocracia me hacía imposible conseguir la licencia. Recordé a Urban y le llamé para saber si podía echarme una mano porque es una personalidad. A los 10 días tenía la licencia. Eso sí, conseguirla me costó una equipación de fútbol sala para el equipo del hijo del político que aceleró el tema.
¿Los nuevos empresarios mantienen el espíritu emprendedor?
La crisis acogota a todos. Lo primero que necesita un emprendedor es un crédito, y la banca hace tiempo que cerró sus puertas. El Gobierno de Navarra ofrece créditos blandos, y algo es algo.
¿Cómo ve la situación del empresariado navarro?
Navarra tiene mucho que decir en el mercado exterior, pero nos lo debemos creer nosotros mismos. La imagen que tienen de nosotros es de gente honrada y trabajadora. Es un valor que debemos aprovechar para mirar lejos de nuestras fronteras y seguir avanzado.
"El coche eléctrico es el futuro, y queremos estar ahí"
Mecacontrol es la primera empresa navarra con un pedido oficial de un fabricante de coche eléctrico. ¿En que consiste?
El acuerdo es con General Motors y el objetivo es realizar los adaptadores para Europa de las dos versiones de coche eléctrico que va a comercializar en el continente: Opel Ampera y Chevrolet Volt. El tema es que estos coches necesitan recargarse y en Europa existen hasta cinco tipos distintos de enchufes. Lo que nosotros fabricamos es el kit con los cinco adaptadores.
El coche eléctrico es el futuro.
Así es. Es el futuro, y nosotros queremos estar ahí. De hecho, estamos inmersos en un proyecto para construir un todoterreno eléctrico con vistas a su comercialización en el mercado europeo y norteamericano.
¿Cómo surgió esta oportunidad?
El presidente de Santana Motors me propuso la idea de seguir fabricando en Linares el modelo Masif en versión eléctrica. Era algo complicado de hacer sin ayuda, y por eso estamos trabajando junto a Jofemar de Peralta.
¿Y en que fase está el proyecto?
Hemos hecho un prototipo, pero tiene poca autonomía por el peso. El coche eléctrico tiene como handicap el alto precio de las baterías. Un kilovatio cuesta entre 600 y 800 dólares, y un coche de este tipo, para tener una autonomía de 80 kilómetros, necesita 24 kilovatios. La tecnología que queremos aplicar a este coche consiste en dotar al vehículo de un pequeño depósito de gasolina que entrará en funcionamiento cuando se agote la batería. Conforme avance impulsado por el combustible, una dinamo cargará la batería. Este sistema nos permite rodar alrededor de 600 kilómetros. Nuestra idea es que el kit electrónico se fabrique en Cascante y se ensamble en la factoría de Linares, pero antes debemos conseguir la propiedad intelectual del sistema.
EN DATOS
Datos personales. Antonio Ullate Sebastián (8-6-1962, Murchante) está casado y tiene dos hijos.
Inicios. Estudió Maestría Industrial Mecánica en la ETI de Tudela. En 1990 montó una sociedad con José Ignacio Salvatierra en una bajera de Murchante con 4 empleados, entre ellos su mujer Milagros Rodríguez Aguado. Realizaba piecería bajo plano y luego se sumaron los moldes de inyección de plástico. Ampliaron a una nave de mayor tamaño.
Trayectoria. En 2000 compró los terrenos de la antigua Malpica de Cascante y separó sus líneas en Mecacontrol e Inyecciones Plásticas Mecacontrol. En 2002 adquirió la sección de inyección de aluminio de Santana Motors en Linares. En 2006 construyó una planta en Polonia y un año después se unieron Molteplas y Plasotec en Burgos, de inyección y extursión de plásticos. La crisis le afectó y planteó un ERE en 2008, pero reaccionó y, tras invertir 1,8 millones de euros, llevó otra actividad a la planta para fabricar piezas metálicas, lo que levantó el ERE y creó otros 30 empleos. Mecacontrol ha entrado en el .................
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