MARCOS SÁNCHEZ . PAMPLONA
El Parlamento acogió el acto de reparación, con la única ausencia de representantes políticos del PP
"Los mataron, pero no tuvieron en cuenta que los muertos tenían vivos y los vivos tenían memoria". Esta frase provocó un silencio emocionado ayer por la tarde en el atrio del Parlamento abarrotado de personas. La pronunció Josefina Lamberto Yoldi, de Larraga, hija de Vicente Lamberto Martínez y hermana de Maravillas Lamberto Yoldi, durante la entrega de certificados de reparación y reconocimiento personal a familiares de 69 fusilados navarros durante la guerra civil y los años posteriores. Vicente y Maravillas Lamberto fueron dos de los muertos.
La Asociación de Familiares de Fusilados y Desaparecidos de Navarra (AFFNA) fue la destinataria de una certificación que está contemplada en la Ley de Memoria Histórica aprobada por el Gobierno central en 2006 y por el Congreso en 2007. La entrega estuvo presidida por el ministro de Presidencia en funciones, el socialista Ramón Jáuregui, acompañado por el presidente de la Cámara foral, Alberto Catalán, y la presidenta de la AFFNA, Olga Alcega.
El atrio parlamentario quedó lleno por familiares de represaliados, principalmente; alcaldes y concejales de localidades navarras; la delegada del Gobierno en Navarra, Elma Saiz; el diputado Juan Moscoso; y representantes de grupos políticos del hemiciclo: UPN, PSN, Nafarroa Bai, Bildu e Izquierda Unida. No hubo parlamentarios del PP.
Alberto Catalán abrió el acto diciendo que la institución que preside, "además de ser un espacio habitual de confrontación pacífica de ideas y de respeto al pluralismo ideológico", se convirtió por el acto "también en un espacio para el reconocimiento", que, según apostilló, "se realiza desde el Estado de Derecho que consagra la propia Constitución española y que representa la verdadera institucionalización de la memoria colectiva". "Es en el marco constitucional desde el que defendemos la dignidad de las personas como principio básico de la convivencia por encima de cualquier consideración que se haga", añadió.
Tras Catalán llegó la parte más emotiva, con los turnos de los familiares. Olga Alcega calificó el acto de reconocimiento como "uno de los hitos más importantes en la reparación de las personas asesinadas en Navarra en 1936". Durante la mayor parte de su intervención, Alcega se dirigió a los congregados. "Decid alto y claro que vuestro familiar padeció persecución y violencia, y que fue ejecutado por razones políticas e ideológicas", manifestó. "Dejad de hablar en voz baja. Nuestras víctimas están siendo desenterradas del silencio y el olvido. Seguiremos buscando y exhumando sus huesos para que tengan un enterramiento digno. Seguiremos demandado justicia".
A continuación, el atril fue para Ricardo Mula, Juan Jiménez, José San Pedro, Roberto Rocafort, Áurea Jaso y la ya mencionada Josefina Lamberto, familiares de algunos de los homenajeados y que glosaron la figura de éstos. "Recogiendo estos certificados no reabrimos heridas, las cerramos" y "que la historia no olvide nunca unos asesinatos que la justicia sí ha olvidado" resultaron dos de sus mensajes.
"Perdón por la tardanza"
Ramón Jáuregui entregó los documentos a los familiares de los fusilados conforme sus nombres fueron citados, uno a uno, con música de un cuarteto de cámara de fondo.
Finalizado el proceso, el ministro en funciones tomó la palabra y regresó a sus orígenes para relatar que su padre "fue represaliado en Obanos", pero que no falleció junto a los 13 muertos que se contabilizaron en el pueblo "de chiripa".
Jáuregui reconoció a los familiares que el certificado que ayer les entregó "llega tarde". "Les pido perdón por la tardanza, pero reivindico el reconocimiento de la defensa y la verdad", les manifestó. "Con esto combatimos la posibilidad de la mentira, que se perturbe la realidad o la historia. Hemos reafirmado la verdad. Y la única verdad de nuestra historia es que la guerra estalló por un golpe militar contra una democracia, duró tres años, causó un millón de muertos y le siguió una represión cruel a los vencidos".
El socialista defendió una Ley de Memoria Histórica que, entre otras acciones, señaló que ha ocasionado "casi 6.000 exhumaciones y el descubrimiento de 2.318 fosas, 16 de ellas en Navarra". "Tarde, quizás sí. Pero lo que estamos haciendo con esta ley es justicia", declaró. "¿A quién estamos ofendiendo? La verdad no abre heridas, las cierra".
La intervención de Jáuregui fue respondida con aplausos y dos gritos de "¡viva la República!". Un aurresku cerró el acto.
FUSILADOS RECONOCIDOS...[ + ]
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