miércoles, 25 de enero de 2012

El santo contra el reuma - DIARIO DE NAVARRA

El santo contra el reuma

RAFAEL VILLAFRANCA. CASCANTE
La iglesia de la Victoria acogió ayer una misa que concluyó con el canto de la aurora

DICEN que sus cordones curan el reuma y otras enfermedades de los huesos y las articulaciones. Lo que es seguro, es que cuenta con una gran devoción en Cascante. Ayer, más de 300 vecinos de la ciudad participaron en la fiesta de San Babil que, como viene siendo costumbre, se celebró en la iglesia de la Victoria.

El primer acto de la jornada fue la misa solemne oficiada por el párroco Javier Ignacio Villava Primo. La misa concluyó con el canto de la aurora que el grupo de auroros ya había entonado al amanecer por las calles de la localidad.

Al finalizar la misa, Javier Ignacio Villava Primo bendijo los cordones a los pies de la efigie del santo y, posteriormente, la imagen que presidió la misa desde el presbiterio fue trasladada hasta su hornacina en la capilla de la Virgen del Pilar de la propia iglesia de la Victoria.

Seguidamente, los cofrades de San Babil -en esta ocasión Antonio Irujo Tabuenca, de 90 años; Antonio Clemente Miramón, de 86; Francisco Campos Sánchez, de 77; y Cecilio Ochoa Gorrindo y Francisco Javier Jiménez Royo, de 48 años cada uno- repartieron a las puertas del templo los tradicionales cordones rojos, azules, verdes y negros que los devotos llevarán colgados en sus ojales o en las muñecas de sus brazos durante todo el año para prevenir las enfermedades de los huesos.

Esta fiesta disfrutó en otros tiempos de un gran auge ya que el señor Bermejo ofrecía una fiesta en la calle del Hombo y los más jóvenes recorrían las calles delante del toro "Quilín" que él mismo paseaba.

Respecto a la fe de la gente en los cordones está muy arraigada y los llevan puestos todo el año en las articulaciones y ojales.

¿Quién fue San Babil?

Pese a la gran devoción que se le tributa en Cascante a este santo al que el ayuntamiento le dedicó una calle en 1897, no hay seguridad sobre los datos del santo. Parece que se trata del obispo de Antioquía, muerto en la cárcel durante la persecución de Diocleciano en el año 250. Pero, según el santoral, hay también otro San Babil que fue obispo de Pamplona -como reza la placa de la imagen que presidió la eucaristía- acabando martirizado en Odón durante la dominación musulmana. Otra hipótesis contempla la posibilidad de que fuera cascantino, pudiendo confundirle con el diácono cascantino San Vicente que murió mártir en tiempos de Diocleciano.

La devoción y festejos en honor a este santo fueron muy ...[ + ]

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